¿No es lo mismo UNAM que Pumas?


Tras el polémico cierre de torneo de los Pumas en la Liga MX y el comportamiento de algunos sectores de sus aficionados, surge la polémica si en verdad es un equipo representativo de la Universidad Nacional Autónoma de México, sin embargo, también surge la polémica de que ambas instituciones no son lo mismo aunque se encuentren en el mismo sector de Ciudad Universitaria, y en cierta medida tienen razón, pero entonces ¿Qué representa el equipo de Pumas antes la institución educativa más importante de México y Latinoamérica?

Los orígenes.
Remontemonos a los origenes del club, desde 1937 se había propuesto que un club representativo de la UNAM entrara en la Liga Mayor, sin embargo las propuestas fueron rechazadas, para 1942 se propone que los jugadores que la conformarían el equipo serían jugadores de las diferentes facultades y preparatorias incorporadas a la institución, aquí también nace el apodo de "Pumas" cortesía de Roberto "Tapatío" Méndez, ex jugador de fútbol americano de la universidad, pues este animal representaría a todo jugador de la UNAM: fuerte, valiente, rápido, agresivo e inteligente; desde entonces es la mascota de todos los equipos deportivos; para 1954 el Club Universidad por fin es aceptado en la Segunda División como franquicia de expansión; pero hasta 1962 conseguirían el dichoso ascenso, después de varias temporadas en los últimos lugares; a partir de su ascenso vinieron algunos cambios, sobretodo con la llegada del técnico Renato Cesarini, quien llegó a mediados de la temporada 62/63 cuando el equipo competía el descenso con Morelia, Irapuato y Tampico (Este último descendido); parte de los cambios del entrenador argentino sería la creación de del desarrollo integral las Fuerzas Básicas (La famosa Cantera) pero a la vez la contratación de refuerzos extranjeros para ampliar la competencia entre los jugadores; esto significó la filosofía táctica de Pumas que hata la fecha prevalece y que cuando esta se corrompe no ha funcionado (Mario Carrillo en la dirección técnica es la prueba más clara).

Cambios en la directiva.
A mediados de los 70's surgen dos fenómenos importantes para el club, la primera la aparición de su distinguido logo, el Puma simétrico; hecho por Manuel "El Pajarito" Andrade en 1974, logotipo que hasta la fecha se ha convertido en parte de la simbología del club y del fútbol mexicano y en algunos casos de la Universidad (aunque la mayoría de forma informal); el cambio radical se daría en 1977 cuando el equipo de fútbol pasa a ser una entidad privada, es decir, los ingresos, egresos, materiales y algunas instalaciones pasarían a un patronato independiente, es decir como una privatización del equipo, situación que muchos estudiantes y miembros de la UNAM lo han visto con malos ojos; sin embargo existe una buena razón por la que el equipo de fútbol tiene que estar separado de los intereses de la institución; el pueblo de México no tiene que pagar sus impuestos hacia un elemento de entretenimiento que bien puede ser pagado por terceros (Patrocinios, televisoras, entradas al estadio, mercancía oficial); pero a la vez el club no beneficia a la Universidad, desde ese año Pumas no ha aportado ni un solo peso.

Entonces ¿Quién es dueño de quién?
El uso de la identidad de la UNAM en el equipo de fútbol, dígase el logotipo, colores, uniformes, el Estadio Olímpico, instalaciones en el área de Ciudad Universitaria y hasta el himno es un convenio que tienen ambas instituciones, ambas no reciben nada a cambio, solamente los permisos legales para que se lleven a cabo las actividades deportivas y de entretenimiento del club, como es el caso de la sede de Pumas para llevar a cabo los partidos oficiales y amistosos; esto no lo hace una "privatización" total; sino una Asociación Civil, según Ernesto Villanueva, investigador adscrito al Instituto de Investigaciones de la UNAM declaró a la revista Contralínea "La Universidad le da a una asociación civil la exclusividad de que utilice su logotipo, su estadio; una serie de recursos públicos, sin nada a cambio. Debería tener algún retorno de ingresos, de inversión, pues son recursos públicos y tú no los puedes regalar a una empresa privada. Es un delito”; obviamente no hay nada ilegal y los gastos de mantenimiento de las instalaciones corren a cargo del gasto de la UNAM; porque hay un intercambio de beneficios para ambos y al mismo tiempo le evita a la Máxima Casa de Estudios problemas con el fisco.

Entonces ¿No hay privatización?
Existe un grupo de empresarios que son socios del club, incluído el Presidente del club (Jorge Borja Navarrete), entre los distinguidos Paola Rojas Hinojosa (Periodista) y Carlos Slim  Domit (Hijo de Carlos Slim); existen también varios nombres pero algunos se desconocen o no tiene tanto valor accionario como los mencionados; aún así estos empresarios son los que consiguen los contratos de patrocinio de las marcas que se anuncian en todo lo que respecta a Pumas, caso de Telcel, Banamex y Televisa; también son los que aportan dinero a la institución, es la forma en que subsiste el equipo, y es un sistema bastante válido y por supuesto privado, pero en cuanto a la infraestructura pública es ahí cuando esto se pierde pues es cuando empieza la utilización de recursos públicos lo cual ya lo vuelve irregular, y aún así nunca ha sido objeto de fiscalización pero todo por el convenio que existe entre ambas instituciones, es decir, ninguna perjudica a la otra aunque esto signifique la utilización de sus recursos.

Casos similiares.
Pumas no es el único equipo que "representa" a una casa de estudios, hay otros casos, el de Tigres UANL, que no tiene una junta de socios, sino un dueño que es CEMEX, este toma posesión de todo lo que es el equipo de fútbol, el nombre solo lo presta la Autónoma de Nuevo León pues sus instalaciones son aledañas además de ser representativos, más no representa gastos, ni convenios, ambas actúan de manera independiente. Luego tenemos a los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara donde la institución sí es dueña del equipo, no hay socios, ni privatización, todo es bajo el nombramiento de la U. de G.; salvo el Estadio Jalisco que es rentado, al igual que lo hace Atlas y el Oro; en su momento los Tecos de la UAG fue manejado igual que la U. de G. con la diferencia que el Estadio 3 de Marzo sí pertenece a la Autónoma, otras universidades como la UAEM, UNISON, UACH y otras que se manejan en la Segunda y Tercera División manejan sistemas similares a los de las universidades tapatías.

Diversificación y simbolismo.
Parte de esta especie de "privatización" no es solamente que la gente pague sus impuestos en un equipo de fútbol, sino también a la expansión de la marca Pumas o UNAM, si ambas instituciones dependieran la una de la otra, no habría esa mercadotecnia que rodea tanto al equipo, pues los artículos y servicios que ofrece el club no podrían ser compados a nivel nacional, y esto también lo saben los otros clubes universitarios que han estado en Primera División. Pumas es bien sabido es uno de los cuatro clubes más populares del país, no estamos hablando exclusivamente de su ciudad del origen, sino de una nación completa; ser aficionado al club Auriazul no significa siempre ser egresado o estudiante de alguna escuela de la UNAM, como ocurre con los hinchas del América que no son exclusivamente de la capital mexicana, los de Chivas que en su vida han visitado Guadalajara, los de Cruz Azul que no pertenecen a la clase obrera o incluso los de Monterrey que no son del Norte; el fútbol mexicano sí algo nos ofrece es la diversificación del aficionado; y el de Pumas no es la excepción, no cualquier tiene acceso a estudiar o trabajar en la Máxima Casa de Estudios del País, o acceden a otras instituciones o ya de plano si la situación está fatal no estudian; entonces ¿Qué es lo que atrae al mexicano a apoyar a la UNAM? La importancia de ella en la historia nacional, en los movimientos sociales más escandalosos, los valores que promueven en sus símbolos, ser una de las canteras más importantes del país, el llamado espíritu juvenil universitario y/o intelectual dentro de sus filas, sentirse parte de la historia, de la cultura, de la sociedad e incluso de la irreverencia no solo de una escuela o la capital sino de un país completo; el fútbol es un deporte socialmente hablando tan rico que les es muy fácil unir a un grupo de personas que independientemente de su escolaridad los reuna en el famoso grito de Goya y esto gracias a la magia de la mercadotecnia que impone el Club y no la Universidad, y eso es algo que hay que alabarle a ambos, pues otras instituciones no tienen un departamento de marketing tan bien diversificado como el de Pumas, otro motivo al que deben su popularidad, no por nada en las tiendas deportivas es más fácil encontrar un jersey azul y oro que uno de Tigres o de los Leones Negros.

Fanatismo rebasado.
Como lo planteé anteriormente en "La delgada línea entre ser Porra y Barra Brava"; el fútbol tiende a malinterpretarse y a llevarse al radicalismo, el fútbol mexicano por supuesto ha sido afectado por el fenómeno del Barra Brava y Pumas no es la excepción y es lo que ha creado su mala fama de violencia e ideales no bien sentados en las bases de lo que desearía la UNAM; a eso hay que agregarle que en México muy pocas Barras son originales, muchas se basan en las creadas en Argentina; por supuesto no hay que generalizar, no todos los aficionados Pumas son violentos, y no todos los barristas son delincuentes, simplemente personas que quieren alentar a uno de los equipos más grandes del país, pero si ya estamos en el ámbito universitario ¿Por qué no representarlo de la forma que se debe? Sin politizar al equipo, tomando en cuenta que esto es un club de fútbol y que sea algo estrictamente familiar y amistoso; pero no solamente esto tiene que ser seguido por el aficionado sino por jugadores, directiva y hasta entrenadores, pues seguir la línea de los valores de la institución deben ser solo exclusivos de gente que los represente independientemente de su origen o estudios.

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